Al faro de Ribadesella se accede fácil por un camino asfaltado dejando a la espalda Tereñes
y detrás la sierra del Sueve, más arriba los picos de Europa, tocando el cielo.
Curiosidades del camino dejan ver entre rejas al indomable mar Cantábrico
abriendo puertas al sur
Llevan nuestros pasos ansiedad jurásica hacia los acantilados. Sorprenden las vistas de la mar,
que traviesa golpea la orilla con inquietantes golpes, sabor a sal viento fresco
La luz refleja destellos. Alma clara
Risa fresca
Viene, besa, susurra y se va...
... y vuelve
Desde mucho tiempo atrás,
Me encanta escucharnos con este fondo...dentro, mirando hacia fuera,
despierto.
Antonio Valdeón
19 de Marzo de 2016
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